Si quieres seguir pedaleando en invierno no te pierdas esta breve guía para sobrevivir y vencer la tristeza invernal que hace a muchos ciclistas hibernar hasta la primavera. 10 sencillas y útiles recomendaciones para que puedas seguir disfrutando del ciclismo cuando llegue el frío:
Vístete adecuadamente
Ya sabes lo que dicen: “El mal tiempo no existe, solo la ropa inadecuada”. En el ciclismo es fundamental usar la ropa apropiada para no pasar frío, pero tampoco sobrecalentarse y terminar sudando en exceso. No todos los inviernos son iguales. Hay zonas donde llueve mucho, otras donde el frío y la nieve llega muy pronto y no desaparece hasta bien entrada la primavera, regiones donde el viento es helador y otras que disfrutan de temperaturas agradables. Cada invierno requiere un tipo de ropa de abrigo, pero es primordial vestirse por capas y proteger las extremidades (pies, manos y brazos). Consulta el tiempo para saber qué ropa ponerte.
Prepara la bici para el invierno
La bicicleta también necesita una serie de accesorios para el invierno.
- Set de luces para ser visible y para ver.
- Guardabarros si vives en una zona donde llueve mucho.
- Ass-saver para lugares donde el agua es ocasional.
- Llantas de aluminio frenan mejor con agua que unas de carbono.
- Si tienes frenos de disco, revisa el estado de las pastillas y los discos.
- Cubiertas de invierno más resistentes a los pinchazos. Ahorras dinero y disgustos.
Muchos ciclistas tienen una bicicleta para el invierno. Puede ser una bici antigua o una comprada ex profeso para usarla en invierno. Por ejemplo una fat bike es perfecta si donde vives nieva mucho y las carreteras se vuelven impracticables.
No te olvides de revisar, limpiar y secar la bicicleta periódicamente. Aquí tienes un artículo con el mantenimiento básico.
Ciclismo indoor
Pueden ser clases de spinning en el gimnasio o sesiones de entrenamiento en el rodillo. Aquí tienes una guía para empezar a sudar en casa. Un buen smart trainer con una aplicación cuesta dinero, pero el invierno es la época del año en la que más partido le vas a sacar. Si el invierno es adverso vas a rentabilizar la inversión rápidamente.
Entrenamiento base + intensidad
No somos profesionales dedicados al ciclismo que se ponen a tope cuando llevan 150 km de carrera. Somos amateurs. Nuestra profesión no es ser ciclista y el tiempo que podemos dedicar a entrenar es limitado. Así que entrenar solo la base en invierno es perder el tiempo. Por supuesto que hay que dedicar horas a la bici si quieres aumentar tu rendimiento (sobre todo si eres principiante), pero realizar intervalos de 10-20 min justo en el umbral e intervalos de 1-5 minutos a tope, es tan beneficioso o más para mejorar que hacer horas y horas a baja intensidad.
Entrena la fuerza y el core
Realizar ejercicios de fuerza y para fortalecer el core te ayudará a prevenir lesiones y mejorará tu rendimiento, tu estabilidad y tu eficiencia en la bicicleta.
Te puedes apuntar a un gimnasio y así aprovechar para practicar spinning u otro tipo de actividades como te indicamos en este artículo. También puedes hacerte con un equipamiento básico y entrenar la fuerza y el core en casa.
Cada minuto del invierno cuenta
Si eres un ciclista interesado en el rendimiento puro y duro, pero andas justo de tiempo, intenta aprovechar cada instante que pases encima de la bici. Un buen rodillo, una app para entrenar y un potenciómetro son oro puro para que cada pedalada te acerque a tus objetivos e intereses.
Siempre a punto para pedalear
Nunca se sabe cuando va a salir el sol. Puedes terminar las tareas antes de tiempo o salir antes de trabajar. En cualquier momento puedes tener tiempo para subirte a la bici, pero si no está lista, si la ropa no está seca, si las baterías de las luces están agotadas, si no tienes rodillo o la ropa adecuada para no pasar frío, tus posibilidades de pedalear se quedarán en nada.
Modo de conducción invernal, ON
Ejemplo: Si hace viento es mejor salir con el viento de cara y volver con el viento de culo. Al comienzo tienes todas las fuerzas y estás caliente tras salir de casa. A la vuelta, con menos fuerzas y el cuerpo sudado, deja que el viento te ayude.
El grip de carreteras y caminos cambia en invierno porque la humedad se evapora más lentamente. En zonas sombrías el suelo mojado no se quita en todo el invierno y esto favorece la aparición de charcos, placas de hielo e incluso vegetación. Por tanto, hay que prestar atención, mantener la concentración y adaptarse a las circunstancias.
Sé flexible, progresivo y constante con tu plan de entrenamiento
Hay muchos ciclistas que se toman la bicicleta muy en serio. Ya sea porque son ciclistas amateurs que compiten o bien porque les gusta acudir a eventos y mejorar cada año. Cada cual fija sus metas y su plan de entrenamiento, pero el invierno es una estación complicada y dura en muchos aspectos. De ahí la importancia de ser flexible. Unos ejemplos:
- Mira la previsión y adapta tus entrenos al tiempo para evitar las peores condiciones.
- Si sales y te pilla mal tiempo, acorta la salida outdoor y termina entrenando indoor
- Disfruta de la Navidad.
El trabajo progresivo y constante a lo largo del invierno es lo que realmente cuenta. Unos pocos días en los que no hemos seguido el plan de entrenamiento o nos hemos excedido comiendo o bebiendo, no tienen gran importancia si se hacen las cosas bien durante 12 semanas.
Pedalea acompañado
Salir en grupo (pequeño o grande) o con un amigo/a es una excelente forma de mantener la motivación para afrontar el invierno.
Para terminar recomendarte algo que todo el mundo debería hacer más habitualmente: Usa la bici todo lo que puedas. Sobre todo para los desplazamientos cortos que hacemos con el coche. Si en países como Dinamarca, Holanda o Bélgica siguen usando la bicicleta cuando llega el invierno, en otras zonas con climas invernales más suaves la única excusa que nos queda es que las infraestructuras no son tan buenas como las que disfrutan los daneses, holandeses y belgas.