El ciclismo es un deporte que ha evolucionado mucho en los últimos años. Gracias a los nuevos materiales, el desarrollo de los ya existentes, las nuevas tecnologías y la invención de todo tipo de herramientas y aparatos, cualquier persona que quiera empezar a andar en bicicleta puede disponer fácil y rápidamente de una variedad de opciones que era impensable hace menos de 20 años. Ahora bien, hay cosas que no han cambiado. Por ejemplo, las averías. Cualquier ciclista ha pinchado o sufrido una caída/rotura de cadena. En Siroko no somos una excepción. Y como las hemos sufrido, queremos compartir estos 6 consejos básicos. Empecemos por el principio:
Lleva herramientas y repuestos básicos
Lo imprescindible es: desmontables, bomba manual o bomba de CO2, multi herramientas con troncha cadenas y 1 cámara de tamaño apropiado para tu bici.
Lo recomendable es llevar otra cámara más, un eslabón rápido, un adaptador de válvula presta/schrader (para poder hinchar la rueda en una gasolinera) y un trozo de cubierta vieja para poder tapar una raja o un agujero grande.
Unos guantes de látex o silicona nunca vienen mal para evitar mancharte las manos, sobre todo al reparar la cadena. Si no los llevas, una hoja grande de un árbol te puede servir para manipular una caída o rotura de cadena.
Casi todas las herramientas y repuestos las puedes meter en una bolsa de sillín o en un bote portaherramientas para no cargar y estropear los bolsillos traseros. Si la bomba es de tamaño medio o grande, suele adjuntar un adaptador para acoplarla al cuadro o junto a los porta botes.
Hay averías que tienen difícil reparación, así que lleva siempre el móvil cargado y algo de dinero.
Repara lejos del tráfico y mantente visible
Esto es muy importante. Si un ciclista en movimiento es vulnerable, parado lo es aún más. Por tanto, nunca realices una reparación al borde la carretera ni en una zona con visibilidad limitada (cambios de rasante, curvas cerradas, lugares con sombra…).
Aléjate del tráfico todo lo que puedas para poder concentrar tu atención en el problema y no en los vehículos que pasan. Es mejor caminar unos minutos hasta encontrar un lugar más o menos apartado donde reparar la avería que poner en peligro tu vida haciéndolo en el arcén.
No le des la vuelta a la bici
Cada vez es menos común, pero aún se ven algunas bicis con las ruedas boca arriba. Nuestro consejo es que si tienes una avería no compliques más el problema poniendo todo del revés. Pero no solo por lógica visual, sino también porque se ensucia el sillín, el manillar y las manetas, e incluso puedes llegar a dañar estos componentes.
Además, una bicicleta del revés es muy inestable y se puede caer fácilmente al tocarla o por un golpe de viento. Por último, si tienes frenos hidráulicos, se puede generar una burbuja de aire en el circuito provocando que las palancas de freno estén blandas y pierdas respuesta en la frenada.
Piñón pequeño y plato grande
En muchas ocasiones hemos dicho que no es recomendable imitar a los profesionales, pero en este caso sí. ¿Qué hacen los ciclistas cuando tienen un pinchazo en la rueda trasera en carrera?. Avisan al equipo por la radio, si pueden levantan la mano, se dejan caer a cola de pelotón, se desplazan hacia un lateral de la carretera esperando el coche de equipo o el de asistencia neutra y por el camino ponen el piñón más pequeño y el plato grande.
Esto último es muy importante para facilitar el cambio de rueda al mecánico y que el ciclista pueda incorporarse lo más rápido posible. Nosotros podemos hacer lo mismo. No para volver a la competición, sino para quitar y poner la rueda trasera de forma fácil y sencilla. Porque la rueda trasera sale y entra mucho mejor cuando ponemos el piñón más pequeño. Además, en el plato grande mantenemos la cadena con la tensión suficiente para que no se caiga.
Revisa la cubierta antes de poner la cámara
Este es un error que casi cualquier ciclista ha cometido. Pinchar, cambiar la cámara, hinchar y volver a pinchar al poco tiempo porque lo que ha provocado el primer pinchazo sigue incrustado en la cubierta o esta ha sufrido algún daño. Por eso, antes de poner una nueva cámara debes identificar lo que causó el pinchazo. Para ello, comprueba siempre con los dedos el interior y el exterior del neumático en busca de la causa. Hazlo con cuidado para no dañarte los dedos porque puede ser un objeto afilado y cortante.
De paso, comprueba también la llanta porque en algunos casos puede que dentro de la llanta haya algo punzante o cortante que provoque el pinchazo. No suele ser habitual, pero puede ocurrir si el fondo de llanta se mueve o está dañado.
Hoy por ti, mañana por mi
Los ciclistas somos una especie de comunidad y, por lo general, somos amables y serviciales con el resto de ciclistas. Es muy probable que si tienes una avería pase un ciclista y te pregunte si necesitas ayuda. Si la necesitas, se detendrá y, si puede, te ayudará. Por eso, aunque no sepas ni cómo reparar un pinchazo, siempre hay que llevar las herramientas y los repuestos esenciales antes mencionados. Porque si no sabes utilizarlos, seguro que habrá un ciclista que te puede ayudar y enseñar. Y si sabes, y ya es el tercer pinchazo del día, siempre habrá algún ciclista que te pueda prestar una cámara para volver a casa.
Ahora bien, no seas ese tipo de ciclista que ni lleva herramientas ni repuestos y que además tampoco se molesta en aprender cómo se usan unos desmontables. Sobre todo porque algún día te puedes encontrar tirado en medio de la nada y tendrás que usar el móvil (si lo llevas) para pedir auxilio. Y si eres ese tipo de ciclista, más te vale pagar cafés a tus compañeros de grupetta para poder seguir formando parte de ella.
Buenos consejos, gracias.
Hola Juan José,
Muchas gracias por leernos y por dejarnos un comentario. Siempre esperamos que nuestros consejos sirvan para ayudar a todo tipo de ciclistas. Desde los principiantes a los más expertos.
Saludos y a disfrutar pedaleando