Estos últimos meses se ha estado hablando mucho sobre la inteligencia artificial y su aplicación en diferentes campos. Como no, el deporte es uno de ellos y, de entre todas las disciplinas deportivas en las que se puede usar la IA, el ciclismo profesional es, sin lugar a dudas, donde más se ha usado y se usará esta tecnología. Por una sencilla razón: La IA se alimenta de datos y si hay algo que los ciclistas profesionales generan, es eso, muchos y variados datos.
En este artículo vamos a ver cómo algunos equipos usan la inteligencia artificial y también cómo se utiliza en el diseño de bicicletas, en las aplicaciones de uso compartido o bike sharing y en la seguridad para quienes montan en bicicleta por la ciudad.
Ciclismo profesional
Hace unas semanas el equipo Jumbo-Visma anunciaba la renovación de Jonas Vingegaard, ganador del Tour 2022, hasta el año 2027. El anuncio iba acompañado de este video:
El niño que habla con acento americano es lo que la IA ha generado y, si el mismo protagonista se mostró “sorprendido” ante el video, está claro que no es el mejor uso que le ha dado el equipo neerlandés a esta tecnología. Mejor resultado obtuvieron al pedirle a la inteligencia artificial un diseño de maillot que combinase los colores, patrones y estilos de los maestros de la pintura holandesa.
Aunque, sin lugar a dudas, donde la IA más puede estar influyendo en el rendimiento y consecución de objetivos del equipo, es en la planificación de entrenamientos y nutrición.
Lo que antes hacían los entrenadores y nutricionistas basándose en su experiencia, juicio personal y datos de los corredores, ahora lo hacen con algoritmos e inteligencia artificial. La IA que usa el Jumbo-Visma analiza todos los datos de los ciclistas, pero también el tipo de recorrido y las condiciones climáticas, para predecir las necesidades energéticas de cada corredor para cada carrera. Un juego de números que se realiza en muy poco tiempo y con bastante buenos resultados, ya que estamos hablando del mejor equipo del mundo.
Otros equipos del pelotón profesional que también han usado o usan la IA son UAE, Movistar, Israel Premier Tech, NTT Pro Cycling y, por supuesto, Ineos Grenadiers que, en su momento, inventaron y popularizaron el concepto “ganancias marginales” (marginal gains), estudiando y analizando cada mínimo detalle para dominar el Tour de Francia con mano de hierro durante la pasada década (7 victorias).
Aunque no tengamos noticia de ello, seguramente el resto de equipos, en mayor o menor medida, también están usando la IA para analizar los datos de sus ciclistas, bicicletas, ropa y resto de equipamiento. No hacerlo y quedarse atrás, puede llegar a suponer la desaparición del propio equipo.
Diseño de bicicletas y componentes
Cuando se habla de IA diseñando bicicletas, en las noticias siempre suelen aparecer modelos únicos o especiales, como la concept bike que presentó Decathlon en 2021 o la bicicleta aerodinámica que batió dos récords de velocidad, pero en realidad estos modelos esconden tras de sí los grandes avances y soluciones que aporta esta tecnología.
Las marcas e ingenieros alimentan a la inteligencia artificial con todos los datos que tienen sobre sus bicicletas y materiales: Puntos débiles, zonas de mayor estrés, tipos de carbono, cómo se distribuyen las láminas… La IA procesa y analiza todos estos datos y, en un tiempo infinitamente menor, es capaz de recrear una gran cantidad de nuevos diseños siguiendo las pautas o requerimientos que le pidan los fabricantes. Diseños que ni siquiera es necesario hacer físicamente, ya que se pueden poner a prueba virtualmente para ahorrar material y tiempo. Si los resultados son positivos y cumplen las expectativas del fabricante, entonces se fabrica el diseño y se pone nuevamente a prueba, ahora sí, en la realidad.
La reducción de coste no solo se produce al usar menos materiales y ahorrar tiempo, sino que también se evita o sustituye la utilización de instalaciones caras como por ejemplo un túnel de viento. La gran mayoría de bicicletas aero y contrarreloj de la actualidad han pasado primero por pruebas virtuales de aerodinámica antes de ser un prototipo real y que les dé el aire.
La IA viene de alguna forma a dar “objetividad” y previsibilidad a los fabricantes que, marketing aparte, pueden decir que sus bicicletas son así de ágiles, rígidas o aerodinámicas, entre otras cosas. Lo dicen porque lo han medido y probado hasta la saciedad. Después está la percepción subjetiva de cada uno, cuya única medición real se reduce en el 99% de los usuarios a pesar la bicicleta.
Seguridad y ciclismo urbano
La Inteligencia Artificial también se está aplicando en las ciudades, en las bicicletas y en las aplicaciones de bike sharing para mejorar la seguridad y la eficiencia de los desplazamientos. Aquí van varios ejemplos:
La IA se puede utilizar para analizar los datos de carreteras y carriles bici, sus flujos de tráfico, los puntos de riesgo, las rutas óptimas, los accidentes y el control de los semáforos. De esta forma se pueden ver los patrones de uso y también identificar las áreas problemáticas para planificar mejoras en las infraestructuras.
La inteligencia artificial también se puede utilizar para desarrollar sistemas de alerta que detecten situaciones de riesgo para los ciclistas, como vehículos que se acercan demasiado o giros peligrosos. Estos sistemas pueden incluso comunicar las bicicletas con los coches y emitir una alerta sonora o visual para que tanto el ciclista como el conductor estén alerta y tomen medidas de precaución.
Para las compañías o instituciones públicas que operan sistemas de bike sharing, la IA es una gran herramienta para analizar dónde, cuándo, cómo, cuánto y quién, está usando las bicicletas. Combinando estos datos con otros como la climatología, calendario de eventos y fiestas, la inteligencia artificial puede ayudar a optimizar el sistema para ofrecer el mejor servicio posible en todo momento y también a predecir comportamientos de los ciudadanos. Además, el propio operador puede ahorrar dinero llevando a cabo un mantenimiento, actualización o sustitución periódica de las bicicletas basándose en los datos de las averías. Algo que puede parecer lógico, pero que en muchas ocasiones no hay inteligencia humana que lo lleve a cabo.
En resumen, la inteligencia artificial es una herramienta muy valiosa para fabricantes, diseñadores, ingenieros, instituciones públicas y compañías. También para los equipos profesionales. Quizás los más puristas digan que la inteligencia artificial ha contribuido a que se pierda el romanticismo y la épica de hace unas décadas. Con sus “pájaras”, ataques imposibles y entrenamiento por sensaciones. Y que el análisis de datos ha dado paso a ciclistas que en ocasiones pueden parecer simples máquinas de carne y hueso que solo miran el Garmin. Que ya no hay ciclistas con instinto y visión de carrera. Pero, afortunadamente, el factor humano de grandes figuras de hoy en día como Pogacar, Van der Poel o Wout Van Aert, y la imprevisibilidad de una carrera ciclista siempre están presentes y nos siguen dando muy buenos ratos. Con datos y mucha tecnología, sí, pero ¿saldrías de casa sin tu smartphone?. No, ¿verdad?.
