¿Necesitas un casco cuando montas tu bicicleta? ¡Por supuesto! A menos que tengas algún tipo de superpoder secreto que te permita absorber el impacto con el asfalto en caso de caída. Sí, es cierto que en ocasiones no es obligatorio, puede ser molesto, dar calor o arruinarte el peinado, pero es que es el complemento o accesorio imprescindible porque te va la vida en ello. Cada bici vendida, debería ir con un casco, porque de igual forma que los ciclistas luchamos para que los conductores respeten la distancia mínima, también debemos usar casco siempre por esa molesta o tediosa cosa llamada «seguridad». Ya puestos, ¿por qué no hacerlo con estilo? Si vamos a cuidar nuestra preciosa cabeza para después lucir corte de pelo o presumir del cerebro que llevamos dentro, ¿no deberíamos también cuidar nuestra imagen mientras lo hacemos? Después de todo, lo que queremos es que los demás ciclistas nos miren… pero por buenos motivos.
Así que aquí estás, buscando ese casco que no solo grita «¡Estoy seguro!», sino también «¡Mira lo bien que me veo!». Y te entendemos. También nos gusta lucir y presumir, aunque después nos quedemos en la primera cuesta. Por eso te presentamos nuestros cascos de ciclismo: un equilibrio perfecto entre «no quiero un golpe en la cabeza» y «pero tampoco quiero parecer un extraterrestre recién aterrizado».
Tenemos dos modelos, ya sabes, blanco y negro. Clásicos y sofisticados. A continuación te desglosamos sus características:
Carcasa de policarbonato de doble capa y espuma interior de poliestireno expandido. Todo con tecnología in-mold que ofrece una conexión perfecta entre la carcasa y el relleno, y permite un peso ligero, mayor comodidad y mejor protección para esos desafortunados encuentros con el suelo que esperamos nunca tengas.
Protección Adicional con MIPS®: Que suena supertécnico y cool, pero en realidad son las siglas de “Multi Directional Impact Protection System”, que significan que tu cabeza estará aún más protegida porque es una capa protectora móvil conectada al casco mediante un elastómero que se desliza entre 10 a 15 mm para absorber y reducir las fuerzas de rotación que actúan sobre la cabeza en una caída.
Sistema de ajuste 360º que se traduce en que se adapta perfectamente a tu cabeza repartiendo ajuste en todo el contorno, permitiendo regular la altura en la parte posterior y, gracias al dial de gran tamaño, logras una regulación fina y fácil de ejecutar en marcha o en parado.
Acolchado interior extraíble. Para que puedas quitarlo fácilmente y lavarlo a mano. Algo que cualquier ciclista debería hacer más a menudo, como ya comentamos en este otro artículo.
Ligero. Solo 300 g en talla M, o lo que es lo mismo, menos que una lata de refresco de 330 ml llena.
Ventilado, gracias a un sistema de ventilación cuyos orificios permiten la canalización del aire para que este regule la temperatura de tus ideas, tengas la mente clara y fresca, y te lo pienses dos veces antes de atacar nada más empezar el puerto.
Aerodinámico. No tanto como otros modelos aero, pero lo suficiente por si quieres fingir que estás en el Tour de Francia o simplemente llegar al trabajo 5 minutos más rápido.
Sistema de correas cómodo, de ajuste fácil, rápido y consistente, con hebillas regulables y cierre de liberación lateral doble para que lo puedas accionar incluso con guantes gruesos. Incluimos una tela suave y acolchada, que se puede quitar y poner en la correa para proteger la barbilla si fuera necesario.
Ilumina tu cabeza. Para que el casco te aporte un poco más de visibilidad, puedes acoplar unas luces en la parte trasera que estarán disponibles en breve. Un accesorio que nos encanta porque te ofrece un plus de seguridad más allá de la principal función del casco.
Diseñado para el ciclismo de carretera, pero también lo puedes usar si prácticas MTB o Gravel, así como para moverte por la ciudad. Además, también lo podrás lucir en la cafetería, aunque aquí hay ciclistas que opinan que siempre hay que quitarse el casco cuando se para a tomar el café, pero claro, también hay gente que le pone piña a la pizza y todos tan contentos (menos en Italia, claro).
Cómo elegir la talla de un casco de ciclismo
Coge una cinta métrica de coser (también puedes usar una de metal o un cordón más una regla). Ponte frente a un espejo y coloca un extremo de la cinta en la frente, dos dedos por encima de las cejas, y extiende la cinta alrededor de tu cabeza hasta llegar al punto de inicio. Mírate al espejo y comprueba que la cinta está nivelada y por encima de los oídos. La medida es la circunferencia de tu cabeza en su parte más ancha. Consulta nuestra guía de tallas y escoge aquella en la que se encuentre tu medida.
Ten en cuenta como tienes el pelo de largo o si usas habitualmente gorra, pañuelo o gorro de invierno. Todo esto condiciona la medida, así que es recomendable hacer la medición tal y como vayas a usar el casco.
Cómo ajustar el casco
Aquí van algunos consejos sobre la colocación y ajuste del casco:
- Las correas deben estar rectas y desenrolladas.
- Ponte el casco y regula la altura del sistema de ajuste quede por debajo de la protuberancia occipital.
- Gira el dial hasta que el casco te quede sujeto y puedas inclinar la cabeza hacia abajo sin que el casco se caiga.
- Ajusta las correas con las hebillas para que queden lo más planas posible y ligeramente por debajo del lóbulo de la oreja.
- Ajusta el cierre de la barbilla con la tensión adecuada de las correas. No debe ahogarte ni quedar excesivamente holgado. Deberías poder meter uno o dos dedos (dependiendo del tamaño de los mismos) entre la correa y la barbilla.
- Mete el sobrante de la correa dentro de la tela de protección o en la goma de retención. De esta forma no te molestan aleteando cuando vas en marcha. Si te sobra mucha correa y ya has probado el ajuste en varias ocasiones, puedes cortar el exceso con unas tijeras y rematar el final con un mechero para que no se deshilache.
- Por último, es fundamental la colocación del caso. Una imagen vale más que mil palabras:
Así que, si estás buscando proteger esa maravillosa masa gris mientras mantienes tu estatus de icono en el mundo del ciclismo, aquí tienes el casco de Siroko en blanco y en negro. Porque, al final del día, andar en bici no es solo cuestión de disfrutar y estar en forma, sino también de hacerlo de forma segura y con estilo.
