En este blog ya te hemos contado los beneficios del ciclismo para la salud. Aunque esta asociación aparece estudio tras estudio, la relación puede que simplemente sea correlacional y no causal. Es decir: puedes salir a andar en bici, sentirte bien mientras pedaleas y durante un tiempo antes y después, pero algunos problemas siguen ahí y en ocasiones por mucho que pedaleemos nos acaban atrapando.
De eso vamos a hablar en este post, de la relación entre el ciclismo y salud mental poniendo algunos ejemplos de ciclistas profesionales cuyos casos, algunos con final trágico, nos sirven para hablar de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y abuso de drogas.
Antes debemos decir que no somos expertos en la materia y solamente estamos compartiendo información para reflexionar sobre un enorme problema de salud al que debemos prestar atención. Dos datos para ser conscientes de que sin salud mental no hay salud: La OMS considera que en 2030 la depresión será la principal causa de morbilidad a nivel mundial y el consumo de medicamentos para tratar problemas de salud mental no ha parado de crecer desde hace una década.
René Pottier
El caso del ganador del Tour de 1906 ejemplifica algo que sigue sucediendo: La incomprensión de los problemas de salud mental y el sufrimiento en solitario y en silencio. Porque nadie pudo entender el suicidio del francés 6 meses después de ganar la ronda francesa con aplastante superioridad. La prensa de la época dijo que René era “desafortunado en el amor”. Supuestamente su mujer había tenido una aventura mientras él corría el Tour, pero está claro que René Pottier sufría un “profundo malestar que nada, ni siquiera la gloria, pudo vencer”.
¿Qué atormentaba a Rene Pottier?. En los problemas de salud mental no suele haber una sola causa sino más bien una combinación de factores: genéticos, entorno social, experiencias traumáticas, estrés, consumo de drogas, alcohol, expectativas incumplidas…por tanto cualquier persona puede padecer un problema de salud mental. Por eso hay que buscar o pedir ayuda ante los primeros signos. No sufrir silenciosamente en soledad. Acudir al personal médico especializado, también a los grupos de apoyo. Los deportistas tienen psicólogos especializados en deporte para ayudarlos en la vida y en la competición. Aun así seguimos encontrando casos trágicos como el de la joven ciclista estadounidense Kelly Catlin.
Tom Dumoulin
Cuando el ciclista holandés anunció el 23 de enero de 2021 que se apartaba de la competición, pilló a todos por sorpresa, pero algo ha cambiado en el deporte en los últimos años. Lo positivo es que el deportista manifestó claramente su problema y tuvo la compresión de los compañeros y el equipo. Lo negativo es que haya gente a la aún le cuesta entenderlo (una de las preguntas que le hacen a Dumoulin va por ahí) porque solo ve los privilegios de un deportista de élite pero no la presión, la exigencia de rendir y justificar su salario, las redes sociales, medios de comunicación, patrocinadores…
Tom ha vuelto a competir en 2021, pero otros ciclistas y el resto de personas debemos mirar su ejemplo no como una excepción fruto de su privilegiada situación profesional sino como lo que debería ser la norma. Cuando alguien se rompe una pierna nadie le reprocha nada y todo el mundo lo entiende, ¿por qué no sucede lo mismo con un problema de salud mental? El ex-pro Phil Gaimon lo explica muy bien: “La que es una locura es cuánto tiempo espera la gente a cuidarse […] Igual que no andas por ahí con un brazo roto, tampoco deberías ignorar tu cerebro”.
Hay más ciclistas como Dumoulin. El español Javi Moreno también lo dejó y volvió, el exitoso sprinter alemán Marcel Kittel se retiró afirmando que “el ciclismo es bonito pero el deporte profesional es otra historia” y el joven francés Theo Nonnez anunció en abril de 2021 que dejaba el ciclismo.
Jenny Rissveds
La mountain biker sueca ganó con 21 años el título olímpico en Río de Janeiro en 2016. Unos meses después, en 2017, Jenny Rissveds se aparta del ciclismo de montaña, de las redes sociales y del mundo para centrarse en su salud mental. En esta publicación de Instagram explicaba que además de depresión, le habían diagnosticado un trastorno alimentario: “Lo único que circulaba por mi cabeza era comer tanto como fuera posible y luego encontrar la manera de ir al baño. Mi vida empezó a parecerse a la de un adicta y probablemente yo misma me convertí en adicta. […] De alguna manera entendí que mi obsesión por la comida y mi cuerpo estaba conectado con mi depresión y esa reunión en el departamento de psiquiatría del hospital se convirtió en mi llamada de atención.”.
La obsesión por el peso en el ciclismo afecta a ciclistas de todos los niveles. El problema es que el ciclismo exige mucha energía. Hay que comer pero sin “engordar”. Esto provoca que a pesar de todo el asesoramiento y ayuda que tienen los ciclistas profesionales, haya casos de trastornos alimentarios en el pelotón. Ben King y Janez Brajkovič sufrieron bulimia, y Rohan Dennis afirmó que para perder peso estuvo cerca de un trastorno alimentario. A la campeona francesa Catherine Marsal el precio del vatio/kg le costó una osteoporosis.
Hay una línea muy fina entre el peso ideal para rendir bien y querer ser más ligero pensando que vas a ser mejor. Estos ejemplos son una prueba de que si un deportista de élite que cuenta con dietistas, nutricionistas y entrenadores puede sufrir trastornos alimentarios, cualquiera persona puede padecerlo y poner en riesgo su salud. Jenny Rissveds supo parar y recuperar las ganas de disfrutar de la vida, la comida, la bici y la competición.
Frank Vandenbroucke
Seríamos hipócritas si no hablásemos del consumo de drogas relacionado con los problemas de salud mental en el ciclismo. Ejemplos hay para aburrir. Desde ciclistas poco conocidos como Jesús Manzano o Mauro Santambrogio, a corredores de fama mundial como Bjarne Riis o Marco Pantani. Todos implicados en casos de dopaje como Frank Vandenbroucke. Pero, al igual que mucha población consume drogas de todo tipo sin manifestar problemas de salud mental, también muchos ciclistas se han dopado sin padecerlos. Hay algo más, la combinación de factores que comentábamos antes.
El corredor belga tuvo una infancia complicada con problemas familiares. Se convirtió en profesional con 19 años en un pelotón donde el dopaje era masivo y Vandenbroucke se volvió un adicto a todo tipo de sustancias. Así lo contaba en su biografía: «A Stilnoct (una droga para dormir) y anfetaminas, añadí Valium… A veces no dormía ni un segundo en cinco días. Empecé a ver cosas, gente que no existía. Solía escucharlos venir. Venían a arrestarme.” Así fue. En 2002 las autoridades belgas registraron su casa y encontraron EPO, clembuterol y morfina. La mezcla de drogas, vida caótica y problemas personales desembocaron en un intento de suicidio en 2007 y en su fallecimiento en 2009 con 34 años de edad.
El abuso de sustancias farmacológicas, el alcohol y las drogas son combustible para encender un problema de salud física y mental. Un estilo de vida saludable y una alimentación sana, con ritmos tranquilos, realizando ejercicio físico regularmente, evitando el estrés y el consumo de sustancias tóxicas, ayuda a prevenir los problemas de salud mental.
El retiro del ciclista
Para terminar hemos dejado algo fundamental para un ciclista profesional y también para cualquier persona que termina su vida laboral.
La retirada es complicada para un deportista si no se ha preparado bien. En el ciclismo no tenemos datos como en otros deportes: El 40% de futbolistas de la premiere y el 60% de los jugadores de la NBA se arruinan a los 5 años de retirarse. En la NFL el 78% de los jugadores tienen problemas financieros a los dos años de su retirada. Estadísticas de deportes donde se gana mucho más que en el ciclismo. Por tanto un ciclista no debe apostar todo a una sola carta. Debe preparar la retirada porque es una pérdida a nivel económico, personal y emocional.
Hay que gestionar la carrera deportiva y la retirada planificando lo que va a venir después. Trabajar en lo que uno piensa, lo que uno siente y lo que uno hace para encontrar un camino propio para el después, no el camino que otros te han marcado. Muchos ciclistas siguen dando pedales porque adoran la bicicleta. Algunos continúan vinculados al ciclismo de una u otra forma, pero también hay ciclistas que al retirarse repentina e involuntariamente, como la australiana Anna Meares, sufren problemas y necesitan tiempo y ayuda para adaptarse.
Los ejemplos de ciclistas que hemos puesto en este artículo son solo la punta del iceberg porque los problemas de salud mental entre deportistas son tan comunes como en la población en general. Podemos pensar que son privilegiados, supermujeres y superhombres, pero al final son humanos.