Cómo actuar ante el ataque de un perro si vas en bicicleta

A veces, el mejor amigo del hombre parece más bien un enemigo. Para muchas personas que andan en bicicleta, eso es precisamente lo que son los perros. Ciclistas que a su vez tienen uno o varios canes, o que conviven con total normalidad con ellos y que nunca han tenido problemas, sustos o ataques. Eso es porque la gran mayoría de los perros son amigables cuando no estamos subidos en una bicicleta, pero cuando lo hacemos y nos movemos con velocidad, la historia cambia. 

Si tú como ciclista no has sufrido alguna mala experiencia con uno o varios perros, seguro que conoces a alguien que sí la ha padecido. Sobre todo si tu modalidad de ciclismo es de montaña o gravel, pero también te puede pasar en entornos urbanos y por carretera. El hecho es que para cualquier ciclista los perros posiblemente son, después de los vehículos a motor, lo que más miedo pueden llegar a provocar. Es cierto que con los vehículos nos enfrentamos en cada salida, mientras que con un perro que nos ladra o nos ataca, sucede muy de vez en cuando. Pero, siempre es bueno saber cómo actuar y qué hacer para salir indemne de la situación.

Nosotros no somos expertos en perros, así que lo mejor que podemos hacer es dejarte con un video donde un experto en perros, que además es ciclista y viaja por el mundo con su perra, te explica los motivos por los que un perro ataca y cómo debes actuar en cada caso. Todo ello con ejemplos en los que él mismo y su perra han sufrido ataques.

Visto el video y hablando ya de mi experiencia. El que escribe ha sufrido varios ataques de perros, afortunadamente sin grandes consecuencias. La gran mayoría han sido de perros pastores (de guía y de protección) y en zonas rurales. Perros pequeños y, sobre todo, grandes, tipo mastín. Te ven, empiezan a correr y ladrar, si voy a la suficiente velocidad continúo, pero sin perderlos de vista y siempre atento a todo lo que hay alrededor por si hay más de uno. Alguna vez me han pillado en una subida, en ese caso o me paro, como comenta Pablo en el video, o sigo muy despacio, sin perderlos de vista y soltando algún grito o voz alta, acompañado de gestos para que se vayan. Siempre me ha funcionado.

El único ataque que tuvo consecuencias fue de un pastor alemán que no estaba guardando o protegiendo ganado. Sus dueños estaban de paseo por el campo y lo llevaban completamente suelto. Yo no lo vi y al aproximarme a los dueños a baja velocidad, el perro me atacó. Tal y como dice Pablo, no ladró, simplemente fue a por mí, me tiró de la bici y trató de morderme cuando estaba en el suelo. Todo ello, con sus dueños gritando y tratando de controlarlo. Finalmente lo hicieron, le pusieron la correa y me pidieron perdón. Si, gracias, pero si saben que su perro es agresivo, edúquenlo y llévenlo con correa, aunque estén en medio de la nada. No solo porque el susto podría haber sido mucho más grave (para mí o para otra persona más “indefensa” como un niño o una persona de edad avanzada o con poca movilidad), sino porque en el campo hay más animales: salvajes, domesticados y de trabajo, como los propios perros de pastoreo. Además de que las autoridades pueden aparecer donde menos te lo esperas y, al menos en España, está prohibido (salvo algunas excepciones) llevar el perro suelto en espacios públicos, incluido el campo.

Dicho esto, espero que mi experiencia no te genere miedo a coger la bici y disfrutar del ciclismo por la carretera, la ciudad o el campo. En toda mi vida pedaleando, puedo contar los ataques con los dedos de las manos, pero siempre está bien tener toda la información para saber qué hacer en caso de sufrir un ataque. Y si tienes perro y lees esto, por favor edúcalo y llévalo atado cuando salgas a pasear. Si vives en una casa individual, no dejes las puertas o portones abiertos, para que el perro asuste a los ciclistas solo con su ladrido, pero el susto no vaya a más.