Al igual que la bicicleta y la ropa de ciclismo, las gafas también necesitan cuidados, limpieza y mantenimiento. Saber cómo protegerlas, dónde colocarlas cuando nos las quitamos y, sobre todo, cómo limpiarlas para no estropearlas es fundamental. Porque además de ser un complemento básico para redondear nuestro look ciclista, su principal función es proteger nuestros ojos del sol, del viento, del agua, del polvo, de la suciedad y de los insectos. Vamos a mirar por ellas siguiendo los siguientes consejos:
Mantén las gafas protegidas
Siempre que puedas guárdalas en su estuche que es donde están más seguras. De esta forma evitarás que se rayen con cualquier objeto o se dañen en una caída.
La bolsita es útil para evitar rayones o golpes de pequeñas caídas, pero tienen su límite al no ser una protección dura como el estuche.
Mucho cuidado con dejarlas en cualquier sitio en el coche o nada más llegar a casa porque es muy fácil que sin darte cuenta te sientes, o se sienten, sobre ellas y se rompan, o también que se caigan al mover otro objeto.
Para viajar lo más recomendable es el estuche, pero hay un par de trucos para ahorrar espacio en la maleta o mochila. Uno es meterlas dentro de las zapatillas de ciclismo (aunque no todos los modelos de gafas entran) y otro, más universal, es usar el casco para poner las gafas dentro en el estuche o en la bolsita de microfibra. Si protege nuestra cabeza, también lo hace con las gafas.
¿Dónde ponerme las gafas cuando ando en bici y me las quito?
Cuando estamos dando pedales las gafas deben de ir en su lugar natural, es decir delante de nuestros ojos, pero hay ocasiones en las que por diversos motivos nos las quitamos. En estos casos las podemos enganchar en los agujeros de ventilación delanteros o traseros del casco (generalmente suelen encajar mejor boca arriba, pero depende del casco).
Si tienes un casco aero y no puedes encajar las gafas, te las puedes poner como si tuvieras ojos en la nuca. Otra opción es colgarlas del cuello del maillot en la parte trasera. En la parte delantera no es recomendable porque es muy fácil que se caigan.
Limpieza en mojado
Solo necesitas agua templada, en torno a 35 °C, y tener las manos limpias. Coloca las gafas debajo del grifo y deja que el agua elimine toda la suciedad. No uses lavavajillas o detergente porque contienen disolventes y productos químicos para eliminar grasa y pueden dañar las lentes. Sí que podrías usar algún jabón neutro sin perfumes, pero no lo recomendamos porque creemos que con un buen chorro de agua es suficiente y porque puedes pensar que tu jabón de manos es válido cuando igual no lo es. Principio de precaución.
Cuando el agua haya eliminado toda la suciedad de las lentes haz una comprobación previa al secado para cerciorarte que está limpia no sea que haya quedado algo de suciedad y ralles las lentes. Hecho el repaso, sacúdelas para eliminar toda el agua que puedas. También puedes golpearlas ligeramente contra tu propio cuerpo agarrándolas por una patilla.
Usa la bolsita de microfibra o un paño de microfibra para secar las gafas, pero asegúrate de que estén limpios. No uses papel de cocina, papel higiénico, paños de algodón… porque son tejidos que pueden tener algún tipo de fibra dura que dañe las gafas. Sí que puedes usar un secador de pelo en modo frío, ni se te ocurra aplicar calor a las lentes.
La suciedad exterior se ve bien, pero en ocasiones los huecos de la montura donde se enganchan las lentes están llenos de suciedad y restos de sales del sudor, así que de vez en cuando es bueno desmontar, limpiar, secar y volver a montar.
Si la montura, el soporte nasal o las gomas de las patillas están muy sucias, retira el cristal antes de lavarlas con agua y jabón. Vuelve a ponerlo cuando hayas terminado. Para el secado el mejor método es el secador de pelo de nuevo en modo frío.
Aunque existen muchos líquidos de limpieza que vienen en pequeños botes con distintas formas de aplicación, no te recomendamos usarlos sin antes haberles dado a las gafas un baño bajo el chorro de agua para retirar cualquier suciedad que esté pegada a las lentes.
Limpieza en seco
Acabamos de lavar las gafas y ya hemos metido nuestros dedazos dejando las huellas en las lentes. A todos nos ha pasado. Para eliminarlas podemos usar la bolsita de microfibra o un paño de este mismo material, siempre limpios. Si frotando suavemente no logras eliminar la mancha, exhala tu respiración sobre la lente e inténtalo de nuevo. Es el método más clásico y también el más efectivo.
¿Cómo evitar el empañamiento?
La gran mayoría de las gafas de sol para ciclismo vienen con una fina película para prevenir ese vaho que nos nubla la visión, pero aun así cualquier ciclista lo ha sufrido cuando detiene la marcha o circula lento, sobre todo en invierno o cuando la temperatura es baja. Es algo similar a lo que se produce en los cristales de los coches. En este caso el calor que emana de nuestra cara provoca que haya un contraste de temperatura y se forme vaho. ¿Qué hacemos en el coche?. Encender la ventilación para aplicar aire al cristal. ¿Qué podemos hacer en la bici?. Comprar unas gafas que tengan conductos de ventilación anti-empañamiento como el sistema DrySky que tienen todas las gafas de ciclismo de Siroko. Las ranuras están diseñadas para que el aire caliente salga por ellas y no se forme esa molesta niebla. Algo que por otro lado, se quita en cuanto arrancamos de nuevo, aumentamos la velocidad o separamos ligeramente la gafa de nuestros ojos.
Buscando en internet o preguntando entre los ciclistas, encontrarás un montón de trucos que supuestamente solucionan el problema del empañamiento: lavavajillas, jabón, espuma de afeitar, vinagre e incluso la propia saliva. No te recomendamos ninguno. Primero porque sería contradictorio que lo hiciéramos si antes te hemos dicho que no debes usar estos productos para lavar las lentes. Y segundo porque los hemos probado todos con gafas muy viejas que se empañan y no funciona ninguno.
Es más importante una buena ventilación de la lente que cualquier truco casero. De todas formas, existen productos específicos contra el empañamiento que puedes encontrar fácilmente y que están diseñados para no dañar la lente y renovar esa fina película antivaho de la que hablábamos al comienzo.
Hablando de trucos, hay uno que afirma que la pasta de dientes básica arregla los rasguños de las lentes. Ni te molestes en probarlo, ya lo hemos hecho nosotros por ti. No funciona. Con la cantidad de usos que le dan a la pasta de dientes ya no sé en qué pasillo del supermercado la tengo que buscar. ¿Entre los productos de limpieza o en el de higiene personal?.
Me compre las gafas porque hay diferentes cristales de quita y pon pero no consigo quitarlos ni ponerlos, debe haber algo que no hago bien
Hola Álvaro,
Aquí puedes ver las instrucciones para reemplazar la lente:
https://www.youtube.com/watch?v=nAeWO8G2yaI
Saludos
Siroko
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