Le podemos echar la culpa al sillín, decir que la badana no es válida para más de 3 horas o probar mil y una cremas anti rozamientos, pero cualquier ciclista que sufra molestias y dolores en el culo, entrepierna y zona genital, y quiera eliminarlos, debe ir a la raíz de esos problemas: una posición incorrecta encima de la bicicleta. Una vez ajustada la posición podemos empezar a hablar de sillines, culotes, badanas y cremas para cuidar nuestras posaderas.
Por tanto, el secreto para acabar con las molestias en el sillín está en encontrar tu posición sobre la bici y para ello lo recomendable es realizar un estudio y ajuste con un profesional cualificado. También puedes ajustar cosas por tu cuenta en casa, pero el resultado nunca va a ser tan bueno como el que ofrece un profesional. Incluso puede ser contraproducente, ya que el ajuste de la posición en un punto y en una dirección implica por lo general otras modificaciones que si no se hacen puede generar molestias en otra zona y que al final complican el DIY.
Si a pesar de nuestro consejo decides hacerlo por tu cuenta, estas son, por orden de importancia, las principales razones relacionadas con la posición que provocan dolores y molestias en el culo:
Altura del sillín incorrecta
Lo más común es que el sillín esté demasiado alto, pero también puede ser que esté muy bajo. En el primer caso, al pedalear extendemos las piernas demasiado y, como una de nuestras piernas es dominante, terminamos generando un desequilibrio al sentarnos en el sillín, lo que provoca sobre todo rozamientos, pero también adormecimiento, especialmente si llevamos el manillar muy bajo.
Si el sillín está bajo, es muy probable que la incomodidad sea menor, pero las molestias se trasladan a las caderas, rodillas y tobillos, ya que nuestras piernas no se extenderán correctamente y provocan desequilibrios en las articulaciones.
Retroceso del sillín y alcance del manillar
El retroceso del sillín o “setback” es la distancia entre la punta del sillín respecto al centro del eje de pedalier. Es importante para una correcta distribución del peso sobre la bici, pero también en la eficiencia del pedaleo, entre otras cosas. Su ajuste debe de ser independiente del alcance y altura del manillar. Un sillín muy atrasado, además de cargar los hombros, brazos y manos, puede provocar roces y adormecimiento porque tendemos a sentarnos en la punta del sillín sobre los tejidos blandos y los genitales. Si está muy adelantado, puede provocar roces en la entrepierna y adormecimiento en el culo, además de dolores lumbares.
El alcance del manillar se conoce como “reach” y es problemático si la distancia entre el sillín y el manillar es excesiva porque el sillín está muy atrasado o porque el manillar está muy adelantado. En ambas situaciones el ciclista intenta encontrar una posición más cómoda situándose en la punta del sillín, que es la parte más estrecha y donde hay menos soporte para la pelvis. Si mantiene la posición, tiene que extender los brazos y el tronco, aplicando más peso sobre el sillín, sobre todo si la altura del manillar es demasiado baja. El resultado es adormecimiento de la zona genital y rozamientos.
Posición de las calas
Unas calas mal situadas por exceso o por defecto también son causa de molestias en nuestro culo y entrepierna. Si están demasiado adelantadas o atrasadas, pueden generar inestabilidad a lo largo de toda la pierna con las consecuentes molestias que ya hemos mencionado en las articulaciones y también molestias en el sillín.
Distancia entre pedales
Aquí hilamos un poco más fino porque los roces en la entrepierna pueden estar causados porque la anchura entre los pedales no sea la correcta. Una distancia entre pedales demasiado ancha o demasiado estrecha provoca que las rodillas se muevan hacia dentro o hacia afuera en punto alto del pedaleo. Esto, además de problemas en las caderas, rodillas y tobillos, puede generar roces y molestias en la entrepierna, ingle y zona genital.
Zapatillas y/o plantillas incorrectas
Si las zapatillas y/o las plantillas no ofrecen el soporte adecuado para el pie y el arco de la planta, se genera un desequilibrio que se transmite hacia arriba y que, además de problemas en las articulaciones (tobillo, rodilla y cadera), también puede provocar rozamientos e irritación en la entrepierna e ingle.
Una vez que hemos conseguido la posición más adecuada, es el momento de empezar a mirar el material. Por este orden:
- Elige el sillín adecuado. No es sencillo, y en muchas ocasiones es prueba y error, pero con la posición previamente ajustada, es mucho más fácil encontrar tu sillín entre la enorme variedad de tipos y modelos.
- No uses fundas encima del sillín. Más acolchado no significa más comodidad, todo lo contrario. Añades un elemento que puede empeorar los problemas.
- Usa un culote de tu talla. Como ya te comentamos en la guía de compra de culotes, no tiene que quedar excesivamente apretado, pero tampoco flojo. Es preferible que quede ajustado así que si tienes dudas sobre dos tallas, escoge la más pequeña.
- Elige la badana que mejor se adapte a ti. Recuerda que hay badanas para hombre y mujer. Y también de diferentes tamaños, espesores y anchuras, según las necesidades de cada ciclista.
- No uses ropa interior debajo del culote.
- Lava y cuida el culote. En este artículo hablamos sobre cómo lavar y cuidar la ropa de ciclismo.
- Mantén limpia y sana toda la zona del culo, entrepierna y genitales. Mucho cuidado con la depilación y las posibles consecuencias de los distintos métodos que describimos en este otro post. Si tienes alguna infección, herida, irritación o cualquier otro problema que te impide sentarte cómodamente, consulta con un especialista (dermatólogo, ginecólogo, urólogo…) y deja de pedalear hasta que puedas volver a disfrutar encima del sillín.
- Usa crema para badana. Ayuda a proteger la piel del roce con el sillín, sobre todo cuando pasamos muchas horas encima de la bici. Se puede aplicar solo sobre la piel, en la entrepierna, o también en la badana para aumentar y prolongar su efecto.
Resumiendo, antes de cambiar de sillín, de culote o probar una nueva crema, busca en tu zona un profesional del ajuste de bicicletas para encontrar tu posición. Merece la pena gastarse el dinero porque, además de solucionar todas esas molestias y dolores, mejora la comodidad y la eficiencia. Algo que te incita a ir más lejos o más rápido de lo que podías imaginar cuando empezaste a practicar ciclismo y pensaste que el dolor de culo no iba a desaparecer nunca.