En el post sobre cuándo llevar un chaleco cortavientos comentamos que era una de las prendas más versátiles del amplio catálogo de ropa para ciclismo. Pues bien, los manguitos son igual de polivalentes y, por tanto, imprescindibles en el armario de cualquier ciclista. Con este artículo vamos a tratar de resolver las dudas más comunes sobre este “as en la manga” que tenemos los ciclistas.
¿Qué tipos de manguitos hay?
Empecemos diciendo que los manguitos de ciclismo son un tubo de tela que debe cubrir prácticamente todo el brazo, desde la muñeca hasta casi el hombro. Dependiendo del tejido con el que estén hechos tendremos diferentes tipos de manguitos:
- Manguitos de verano: Son prendas ultraligeras de tejidos sintéticos con muy poca o ninguna protección térmica y con un corte muy ajustado. El principal objetivo es proteger nuestros brazos de los rayos del sol.
- Manguitos térmicos: En este tipo de manguitos es donde el nombre de “arm warmers” cobra sentido. Tenemos una gran variedad y por tanto un enorme abanico de opciones según nuestras necesidades. Los tejidos son más técnicos y pueden ser sintéticos (poliamida, spandex, lycra…), naturales (lana merino) o mezcla de ambos. Los modelos con mejor protección térmica llevan un forro polar interior para guardar mejor el calor.
- Manguitos “impermeables”: Son aquellos manguitos con protección térmica cuyos tejidos tienen un tratamiento externo que repele el agua. Esto nos protege de la lluvia hasta cierto punto porque ningún manguito es 100% impermeable. Si llueve mucho es mejor usar un chubasquero impermeable.
¿Cómo elegir el más adecuado?
Antes de decidirte por un modelo debes de tener en cuenta ciertas características esenciales:
- Ajuste. El manguito debe ajustarse perfectamente, prácticamente como una segunda piel. La zona del puño, en la muñeca, y la final, en el bíceps, deben de quedar apretadas para que el manguito no se mueva.
- Bandas de silicona. Para ofrecer un agarre extra en el brazo, los modelos más avanzados llevan bandas anti deslizamiento que evitan que el manguito se caiga.
- Costuras. Cuantas menos tenga mejor. Al ser un tubo, alguna va a tener así que es importante que las costuras sean planas y no molesten en la zona de la articulación del codo para evitar rozamientos.
- Detalles reflectantes. Los ciclistas debemos de usar los brazos para señalizar los giros que vamos a realizar. De ahí que sea importante contar con elementos reflectantes en los manguitos para que se vea nuestra indicación.
- Corte anatómico. Algunos modelos de manguitos están fabricados pensando en la postura del ciclista encima de la bici por tanto no son un tubo recto sino que forman un ángulo de 45º a la altura del codo.
Partiendo de estas características básicas lo siguiente que debes de tener en cuenta para elegir unos manguitos es cuándo y dónde vas a usarlos. Para climas cálidos con inviernos muy suaves pueden ser suficientes unos de verano. Para climas templados con inviernos no muy fríos tendrás que elegir unos térmicos. Si además vives en una zona con clima húmedo donde llueve habitualmente, los que son repelentes al agua serán la mejor opción.
Si quieres ser práctico, lo recomendable es escoger unos manguitos térmicos porque son los más versátiles y te servirán para verano, primavera, otoño e incluso invierno si eres de los que no tienes frío.
Para terminar de acertar en la compra es fundamental fijarse en las tallas y medidas del fabricante. Debes medirte el grosor de la muñeca, el grosor del bíceps y el largo del brazo, y tener en cuenta que los manguitos son prendas muy flexibles pero su elasticidad tiene límites. Deben de ajustarse bien pero si aprietan excesivamente no permitirán que el flujo de sangre reparta correctamente el calor a los brazos y manos.
¿Por qué los ciclistas usan manguitos?
- Porque son fáciles de quitar y poner en marcha.
- Porque ocupan poco espacio y se pueden llevar en los bolsillos del maillot o chaleco.
- Porque nos ofrecen una protección extra contra el sol, el frío, el viento o la lluvia.
- Porque nos ayudan a mantener nuestra temperatura corporal ya que en la bici los brazos no se mueven y por tanto se enfrían antes.
- Porque son prendas compresivas que activan la circulación, mejorando la recuperación y reduciendo los dolores y tensión muscular.
¿Cuándo usar los manguitos?
La polivalencia de los manguitos es tal que incluso en los días más calurosos puedes llevarlos en los bolsillos del maillot y usarlos para protegerte. Un largo día encima de la bici con el sol impactando directamente sobre tus brazos te puede pasar factura en forma de quemaduras si no llevas protección solar que aplicarte sobre la marcha.
En el post sobre los chalecos cortavientos te dábamos algunos ejemplos que se pueden aplicar también para el uso de los manguitos:
En verano, finales de primavera y comienzos de otoño los puedes usar para protegerte del fresco al atardecer, si sales después de trabajar. También del frío por la mañana si arrancas muy temprano. Sales de casa con ellos, y en cuanto entras en calor, te los quitas y los metes en los bolsillos. También puedes salir sin los manguitos puestos y en cuanto tengas algo de frío te los pones.
En una ruta en la que hay puertos con largos descensos en los que tienes que usar los brazos y las manos para frenar, agarrar el manillar y mover la bici con seguridad, agradecerás unos manguitos y unos guantes finos que te protejan del viento y del frío en la bajada. Sobre todo si son puertos de alta montaña.
En definitiva, los manguitos al ser tan versátiles, tan fáciles de poner, de quitar y de transportar, nos permiten adaptarnos a los cambios repentinos de temperatura y a las diferentes circunstancias de cada ruta en bici.