Si estás pensando en comprarte una bicicleta para empezar a practicar ciclismo o si ya llevas un tiempo dando pedales, pero quieres mejorar o cambiar la que tienes, el mercado de bicicletas usadas es un buen sitio donde buscar tu próxima montura. Con los consejos que te vamos a dar a continuación verás que es mucho más fácil que comprar un coche de segunda mano porque tiene menos elementos que pueden estar mal y en una bicicleta tienes la oportunidad de ver y probar lo esencial sin necesidad de ser un experto o recurrir a herramientas. Al final de la guía te dejamos también unas sugerencias para ayudarte en tu búsqueda y compra.
Esto es lo que debes de mirar al comprar una bici usada:
Cuadro y horquilla
Empieza por la horquilla y sigue por cuadro comprobando poco a poco toda la superficie. Si es de metal (aluminio o acero) comprueba que no hay burbujas en la pintura (síntoma de corrosión) y que no hay abolladuras de impactos. En una bicicleta de carbono es complicado ver rajas en el carbono que comporten peligro de rotura, pero no está de más comprobar que no hay flexiones extrañas agarrando los tubos de la bicicleta.
Presta atención a la vaina izquierda debajo de la cadena y en la parte derecha del eje de pedalier. En estas zonas la cadena suele golpear, caerse y meterse entre los platos y el cuadro dejando marcas importantes si no están protegidas convenientemente.
Mueve el manillar hasta el punto donde toca con cuadro, comprueba ese punto en ambos lados para ver si tiene algún golpe causado por un accidente o porque la bici se haya caído estando apoyada.
Otros puntos a comprobar son: La unión del tubo del sillín con el tubo horizontal, la patilla del cambio trasero (lo que une el cambio con el cuadro), las punteras traseras y delanteras (donde se enganchan las ruedas al cuadro y horquilla) y la parte de abajo de la bici (dale la vuelta y mírala por debajo para evitarte sorpresas).
En las horquillas de suspensión de las bicicletas de montaña comprueba que funciona y bloquea correctamente, que no tiene arañazos importantes en las barras y que no hay pérdidas de aceite. Lo mismo para las MTB con suspensión trasera. En estas además hay que comprobar que el anclaje al cuadro está bien y que el eje o ejes sobre los que pivota la suspensión no suenan o tengan algún desperfecto, ya que son zonas que soportan mucho estrés. El funcionamiento de las suspensiones hay que comprobarlo subiéndose a la bici y dando una vuelta.
Dirección
Debes de comprobar que no hay holgura. Para ello aprieta los dos frenos y balancea la bici hacia delante o detrás. Si la dirección tiene holgura notarás un golpeteo. No es una reparación costosa, pero si la holgura lleva tiempo ahí puede haber dejado marcas en la horquilla o el cuadro. Además es un síntoma de que el dueño no se ha preocupado de solucionar el problema.
Ruedas
Ponlas a girar y comprueba que están centradas y que en el buje de la rueda el sonido es suave y no como si estuvieses moliendo café. Unas ruedas con mucho uso en una bicicleta antigua pueden tener un ligero descentrado, pero más de 1-2 mm es un mal asunto.
Cuando las ruedas estén girando fíjate en que las zapatas o los discos no rocen. Dale una pasada con las manos a la tensión de los radios y pasa el dedo por encima de toda la banda de frenado de la llanta para comprobar que esté lisa, sin marcas notables más allá del desgaste del uso. Si al hacerlo notas alguna zona cóncava o convexa, cuidado, hay un problema de deformación o de desgaste. Para saber el desgaste, las llantas de aluminio tienen unos agujeritos en la banda de frenado. Si no los ves es que están para ser cambiadas.
Tenemos que comprobar cómo están los rodamientos. Agarra la rueda lateralmente y trata de moverla lateralmente. Si notas que se mueve mucho vas a tener que pasar por el taller y ya sabes que una bicicleta barata que necesita muchas reparaciones ya no es barata.
En las cubiertas hay que mirar que no tengan excesivo uso. Al igual que las llantas los fabricantes hacen unos agujeritos para indicar el desgaste. Si no los ves es que a la rueda le queda poco de vida. Repasa también que no tengan cortes muy grandes o planos con mucho desgaste fruto de algún frenazo.
Transmisión
Es un grupo de componentes de la bici así que hay que valorar su funcionamiento en conjunto y después comprobar uno por uno para ver dónde puede estar el problema y dónde puede haber más deterioro. Súbete a la bici y empieza a cambiar todas las marchas para ver si funcionan correctamente y los mandos responden bien.
Una cadena en mal estado es fácil de ver, pero para comprobar que aún le queda uso debes colocar la transmisión en una marcha que la deje tensa (plato grande y un piñón intermedio en carretera o bici de montaña de doble plato, o piñón grande en una bici monoplato). Una vez engranada la marcha agarra la cadena con dos dedos para despegarla del plato, si te cuesta un poco separarla es que aún le queda uso, si se separa con mucha facilidad la vas a tener que cambiar en breve.
Para verificar el estado de los platos y el cassette hay que mirar los dientes. Tienen que tener la forma de un volcán y no terminar en punta, si ves que son como un diente de tiburón es que ya tienen mucho trote. Cuando mires los platos, agarra las bielas, hazlas girar a la contra del pedaleo para ver que se mueven sin esfuerzo e intenta desplazarlas lateralmente para ver si hay holgura en el eje del pedalier. Aprovecha que estás agachado para examinar los pedales, no sea que vayan a tener holgura o no giren bien.
El funcionamiento del cambio trasero y delantero se comprueba cambiando y ya lo hemos hecho al subirnos en la bici. Para detectar si tienen algún problema empújalos con los dedos o tira del cable correspondiente, tendrían que moverse con facilidad. El cambio trasero es un chivato de golpes o caídas. Si ves que tiene algún roce o mella importante puede que la bici haya sufrido un porrazo así que es una pista a tener en cuenta para revisar concienzudamente el cuadro. Otros indicios de caídas son: Rozaduras en los laterales del sillín, en las manetas de cambio y freno y en el extremo del manillar.
Frenos
Lo primero que debes revisar es que se accionan bien desde las manetas, y que cuando aflojas se liberan rápidamente y no rozan en la rueda. En una bicicleta de disco (montaña o carretera) hay que hacer una comprobación visual del estado de las pastillas y en una bicicleta de freno a la llanta hacer lo mismo con las zapatas. Al igual que con los cambios, tirar de los propios cables de freno y accionar con las manos los puentes de freno también te ayudarán a cerciorarte que todo está correctamente.
Tornillería y cierres rápidos
No nos podemos olvidar de lo que une y sujeta las partes y componentes de la bicicleta. Un poco de corrosión y óxido en los tornillos no es realmente peligroso, pero un tornillo completamente oxidado es un problema importante. Hay que examinarlos por seguridad y porque puede estar atascado y haber estropeado algo más importante como el cuadro u horquilla. Si ves que los tornillos tienen las cabezas desgastadas vas a tener un problema cuando quieras aflojar o apretar algo. Además de que es una pista de que el dueño igual no es todo lo cuidadoso que dice ser.
Por último afloja y aprieta de nuevo los cierres rápidos de las ruedas para ver que funcionan correctamente y que las punteras de la horquilla y el cuadro están en buen estado.
Súbete a la bici
Ya te lo hemos aconsejado para comprobar suspensiones o marchas, pero hazlo una vez más y todas las que creas necesario. Así puedes comprobar que no hay ruidos en la dirección o en el pedalier al ponerte de pies sobre los pedales y aplicar fuerza. También que la bici frena bien y que es de tu talla.
Ahora que ya sabes lo que debes de mirar en una bici usada, te dejamos una serie de sugerencias para orientar tu búsqueda y tu compra:
Pregúntate y pregunta al vendedor
Empieza contigo mismo y hazte tres sencillas preguntas: ¿Para qué vas a usar la bici? ¿Cuánto te quieres gastar? ¿Cuál es tu talla?.
Pregunta al dueño todas las dudas que tengas: ¿Desde cuándo la tiene? ¿Qué uso le ha dado? ¿Si tiene la factura original? ¿Cuándo le hizo a la bici el último mantenimiento? ¿Qué reparaciones importantes ha tenido? Si algo no funciona bien en la bici. Todas estas preguntas te ayudarán a conocer al vendedor y a la bicicleta.
Investiga Online, compra en persona
Tanto si quieres un modelo en concreto como si simplemente buscas bici y has encontrado una que te gusta, navega por webs, foros, tiendas, RRSS para recopilar toda la información sobre la bicicleta, los componentes y precio original, y las opiniones de usuarios que hayan tenido el mismo modelo.
Si es tu primera bicicleta no te recomendamos comprarla online a no ser que el vendedor sea de confianza (votos u opiniones) o que la web/app te ofrezca seguridad en la compra. Seguro que cerca de tu casa puedes encontrar una bici que se adapte a lo que buscas para poder verla en directo y comprobar todo lo que te hemos contado. Si aun así no te fías, lo recomendable es acordar con el vendedor una revisión en algún taller o ir directamente a una tienda que tenga bicicletas de segunda mano.
En la bicicleta no todo es estética
No te dejes impresionar por un sillín muy usado o por una cinta de manillar sucia porque son elementos fáciles de cambiar. Tampoco por marcas de rozamiento de cables o de las zapatillas en las bielas. Son cuestiones estéticas. Es mejor centrarse en elementos estructurales y funcionales de la bicicleta que son los fundamentales si quieres empezar a dar pedales al poco de comprar la bicicleta.
Demasiado bueno para ser verdad
Si has buscado y recopilado información y te encuentras con una ganga increíble lo más seguro es que esconda algo y te acabes encontrando una bicicleta con algún problema, una bici robada o en el peor de los casos con una estafa. Precaución sobre todo en el mercado online.
Esperamos que nuestra guía para revisar una bicicleta usada y estos breves consejos para comprar en el mercado de segunda mano te sirvan de ayuda y no olvides dejar algo de dinero para hacerte con la equipación básica para empezar a practicar ciclismo.